Nociones básicas de funcionamiento de instalación de electricidad, gas, agua, calefacción y aire acondicionado.

Nociones básicas de funcionamiento de instalaciones de electricidad, gas, agua, calefacción y aire acondicionado.

I. Electricidad

La electricidad se utiliza en todas las industrias y actividades. La energía eléctrica se produce en centrales eléctricas térmicas (de carbón o de fuel), hidráulicas (saltos de agua), nucleares, eólicas y solares. Se transporta a las subestaciones en alta tensión, donde se transforma a tensiones más bajas, normalmente a 220 o 380 V. Así llega a los consumidores para ser utilizada a la hora de producir luz y calor o accionar motores.

En la instalación del consumidor se pueden distinguir las siguientes partes constitutivas básicas:

La conexión principal, cables que conectan la instalación en la red de electricidad a través del fusible de compañía.
Los contadores, situados en cajas protegidas, que disponen de una ventanilla para la lectura del consumo de corriente que registran.
Los interruptores *magnetotèrmics, situados al cuadro eléctrico, protegen la instalación contra sobrecargas o cortocircuitos, y la desconectan si se sobrepasa la corriente nominal.
Los interruptores diferenciales, col•*locats a continuación, controlan la corriente que sale y devuelve, de forma que si el circuito de consumo presenta algún escape, las corrientes anteriores no serán iguales, habrá una diferencia, y desconectarán el circuito.
La presa de tierra, picas enterradas donde todas las masas de la instalación estarán conectadas, ha sido diseñada de forma que las masas no puedan superar la tensión de seguridad.
Desgraciadamente, la adquisición de hábitos incorrectos, el desconocimiento y el hecho que la corriente eléctrica no es perceptible visualmente ni sonoramente, comportan, a veces, usos indebidos, y, en última instancia, accidentes. La intensidad de la corriente y el tiempo de contacto son unos de los factores determinantes de la gravedad de las consecuencias del paso de corriente por el cuerpo humano. Estas varían desde el umbral de percepción hasta una posible *fibril•*lació *ventricular, pasando por dificultades de respiración y *tetanització de los músculos, según la intensidad de corriente y el tiempo de contacto.

De acuerdo con la ley de Ohm, la corriente será directamente proporcional a la tensión e inversamente proporcional a la resistencia del cuerpo. Hay que tener en cuenta que esta es muy variable y que depende de varios factores, como por ejemplo la humedad de la piel, la edad, etc. Así, pues, si se reduce la tensión hasta un nivel de seguridad, se considera que no hay peligro.

El recorrido de la corriente por el cuerpo influye en la gravedad de las consecuencias; las líneas que pasan por la cabeza o por el corazón son muy peligrosas. Hay que tener en cuenta que la corriente continua puede producir electrólisis de la sangre, y que las corrientes alternas tienden a circular por la superficie de los cuerpos que atraviesan a medida que aumenta la frecuencia (a la red es de 50 Hz, y se considera baja); la peligrosidad disminuye con la frecuencia.

Las medidas de protección se centran a garantizar la imposibilidad de contactos fortuitos con elementos o partes en tensión de las instalación o de los equipos.

Se considera que las partes activas están bastante alejadas cuando están situadas además de 2,5 m hacia arriba y además de 1 m hacia bajo. Si es posible el contacto, habrá que protegerlas con pantallas, conectadas en tierra si son *metàl•*liques.

También se puede impedir el contacto con la interposición de obstáculos o con aislantes que recubran las partes activas.

La protección diferencial limita la corriente de defecto a tierra al valor de su sensibilidad como máximo, y por lo tanto la tensión de defecto a valores de seguridad; así la tensión de las masas es proporcional al valor de la resistencia de la presa de tierra. Por este hecho, no se tiene que interrumpir el conductor de tierra (de color amarillo y verde); hay que comprobar la continuidad, especialmente la de los *allargadors.

Toda instalación se tiene que considerar en tensión hasta que no se verifique el contrario. Los trabajos en *instal•*lacions, los tienen que hacer personas cualificadas. En todo caso, en vista de cualquier incidente, en primer lugar hay que cortar el paso de la corriente.

Así, aparte de hacer revisar periódicamente la instalación eléctrica por un especialista, para evitar accidentes producidos por la electricidad de baja tensión hay que seguir las normas de seguridad.

Antes de utilizar un aparato se tiene que comprobar el buen estado. En caso de estar húmedo, o en presencia de humedad, no se tendría que utilizar, puesto que la humedad disminuye la resistencia de la ropa y del calzado, hecho que puede aumentar el riesgo en caso de escape o contacto. Se enchufará y se desenchufará cogiendo la clavija, y no el cable. Para no sobrecargar las líneas eléctricas, se tiene que evitar el uso de ladrones.

II. Gas

Los gases más utilizados son los combustibles, compuestos fundamentalmente por mezclas de hidrocarburos (el resto de componentes de origen son rebajados o eliminados, para evitar problemas técnicos en el transporte y para facilitar la combustión, sin que se produzcan productos contaminantes), entre estos el metano (gas natural), el propano y el butano.

El consumo de gas combustible se hace básicamente mediante dos sistemas: la canalización y la distribución de botellas. Las partes constitutivas de una *instal•*lació receptora de gas son las siguientes, principalmente:

Conexión principal, cañerías que conectan la instalación en la red de gas o a las botellas de gas comprimido.
Regulador, válvula que reduce la presión del gas suministrado a la presión de servicio.
Contador, bloque con una ventanilla para la lectura del consumo de gas que registra (no es habitual en instalación de botellas o depósitos fijos).
Claus, dispositivos de interrupción del flujo de gas, de la *instal•*lació o de cada aparato.
Dado que hay tres peligros potenciales originados por la presencia de gas a la atmósfera de un centro de trabajo: carencia de oxígeno por desplazamiento de los otros gases, presencia de gases tóxicos y generación de mezclas explosivas, tanto en suministros de gas canalizado como de botellas, además de ajustarse a las disposiciones normativas correspondientes, hay que cumplir las condiciones de seguridad siguientes:

Revisar periódicamente las conexiones.
No someter las cañerías a tensiones mecánicas.
Evitar las vibraciones (sobre todo si hay equipos móviles cerca).
Prohibir de fumar o hacer llamas en las zonas peligrosas.
Disponer de ventilación suficiente y de mediados de extinción de incendios adecuados.
En caso de cualquier incidente, en primer lugar hay que cortar el paso del gas.
Los gases causan efectos diferentes por inhalación, según el tipo. Así, el metano es básicamente asfixiante, por desplazamiento del oxígeno, por debajo de un contenido en volumen del 16 % (en condiciones normales de la atmósfera es de un 21 %, aproximadamente), pero no se han detectado efectos tóxicos. En cambio, el propano causa aturdimiento con un contenido a la atmósfera del 10 %, en exposiciones de pocos minutos. Y el butano produce somnolencia con un contenido a la atmósfera del 1 %, en exposiciones de una decena de minutos. Para detectar los gases más fácilmente se añaden *odoritzants.

La combustión de estos gases se puede definir como la reacción química que se produce cuando se combina con rapidez con el oxígeno del aire. Según la velocidad de la reacción se puede decir que una explosión se produce por una reacción casi instantánea, si es muy rápida; una combustión, cuando es rápida, o una oxidación, cuando es lenta.

Para empezar la reacción hace falta una energía de activación proveniente del exterior, de un foco de ignición (chispas, llama). Un golpe empezada, y cuando se llega a la temperatura de ignición, se inicia la combustión *automantinguda, al tratarse de una reacción exotérmica. Normalmente son inflamables sólo si el contenido al aire es del 5 % al 15 %, los llamados límites inferior y superior de inflamabilidad.

Hay que recordar que los gases más *pesants que el aire (propano, butano) bajan al nivel de tierra, pero los más ligeros (metano) se elevan, hecho que hay que tener en cuenta para evitar la presencia de foco de ignición en zonas donde se puedan acumular y para disponer de una ventilación adecuada.

Para las botellas de gases comprimidos, hace falta unas recomendaciones adicionales. La posición normal es la vertical, por lo cual para trasladar las botellas de gas a diferentes puestos de trabajo se tienen que usar carros adecuados. Para elevar las botellas hay que utilizar *portaampolles o jaulas adecuadas, pero nunca cuerdas ni electroimáns. En los desplazamientos pequeños se pueden coger por el cuerpo, inclinarlas ligeramente y girarlas sobre la base.

Nunca, pero, no se tienen que arrastrar ni hacer rodar, puesto que se pueden malograr las paredes de las botellas y pueden disminuir las características de resistencia, y, consiguientemente, puede haber riesgo de explosión. Si presentan alguna deformación por un golpe, se tienen que devolver al suministrador. En todo caso, hay que fijarlas adecuadamente para evitar caídas.

Antes de utilizar las botellas, hay que asegurarse del contenido (el color del cuerpo y de la cabeza de la botella la identifican).

Hace falta no utilizar las botellas en lugares confinados si no hay una ventilación adecuada, puesto que se pueden producir acumulaciones peligrosas.

III. Agua

El agua se utiliza en grandes cantidades en todas las industrias y actividades. A las fuentes, el agua contiene impurezas, porque no es químicamente pura; pueden variar en tipo, cantidad y periodos (sobre todo con las lluvias), especialmente las superficiales. En pozos, la calidad es más constante.

En muchos casos la industria aprovecha fuentes propias, pero contrata el suministro del agua de uso sanitario. Se tienen que evitar interconexiones entre estas redes. Si la industrial se tiene que mezclar con la suministrada, la primera no podrá contaminar la segunda. En todo caso, hay que disponer de claves de paso y de válvulas necesarias, situadas a continuación de la conexión principal y del contador.

Aparte de otros tratamientos, a los suministros se añade cloro o flúor en pequeñas cantidades para hacerlos seguros para el consumo humano.
Así mismo, hace falta que los puestos de trabajo dispongan de agua potable en cantidad suficiente y fácilmente accesible. En las fuentes de agua, se indicará si esta es potable o no, en caso de que pueda haber dudas.

Por otro lado, el agua también puede originar accidentes. Además de los debidos a las inundaciones, hay que destacar las caídas al agua o las prácticas deportivas, que originan *ofegaments.

Para prevenir *ofegaments hay que seguir unas normas que eviten los peligros. Así, se tiene que evitar el baño cuando haya mucha diferencia de temperatura entre el agua y el cuerpo. También hay que moderar la comida cuando se prevea bañarse, y evitar el baño durante la digestión.

Así mismo, si la temperatura del agua es elevada puede producir quemaduras al contactar, ya sea por el vuelco de recipientes móviles durante la manipulación o por escapes de las cañerías que la transportan.

También puede propiciar caídas cuando el tierra es mojado, y en los emplazamientos que se consideran húmedos o mojados la *instal•*lació eléctrica tiene que disponer de protección adicional adecuada contra proyecciones de agua, junto con unas canalizaciones *estanques. Tampoco se pueden mojar los aparatos no protegidos.

IV. Calefacción

Cómo que las personas, como *homotermes, no toleran variaciones de temperatura importantes, si el ambiente es frío, necesitan limitar las pérdidas de calor y aumentar la producción de calor; el organismo reduce el flujo de sangre a la piel y produce contracciones musculares. El frío puede propiciar una pérdida de concentración, disminución de la sensibilidad, *adormiment de miembros y otros efectos, según la intensidad.

En los centros de trabajo se *instal•*len sistemas de calefacción con objeto de tener una temperatura agradable, que dependerá de los métodos de trabajo seguidos y de los requerimientos físicos impuestos a los trabajadores. Estos sistemas de calefacción los constituyen básicamente las calderas, donde se calienta un fluido, con cambio de fase o sin. Puede tomar el aire directamente del local, calentarlo a su interior y devolverlo, o bien calentar un fluido, que transmite el calor por las cañerías a los radiadores, y estos al aire. Con termostatos se regula la temperatura del local, puesto que paran la caldera cuando se sobrepasa la temperatura deseada.

Hay que tener en cuenta que la temperatura de los locales donde se lleven a cabo trabajos sedentarios tiene que estar comprendida entre los 17ºC y los 27ºC; donde se efectúen trabajos ligeros, la temperatura tiene que estar comprendida entre los 14ºC y los 25ºC. Por este hecho, la temperatura de los locales de descanso, de los locales para el personal de guardia, de los servicios, de los comedores y de los locales de primeros auxilios, se tiene que adaptar al uso específico de estos locales.

La humedad relativa puede variar entre el 30 % y el 70 %, y el sistema de ventilación utilizado tiene que asegurar una renovación suficiente del aire del local de trabajo.

Las calderas que generan, según el sistema utilizado, el aire caliente, o el agua caliente para los radiadores, se tienen que adecuar a las disposiciones normativas vigentes, ya sean de gas o de fuel, especialmente en cuanto a las revisiones periódicas y la ubicación en las dependencias, según la clase o la categoría.

V. Aire acondicionado

Al contrario del frío, a temperaturas elevadas, para mantener la temperatura corporal, el organismo humano incrementa el flujo sanguíneo a la piel y produce sudor. La temperatura interna depende del calor generado por el mismo cuerpo y de la capacidad de intercambio de calor con el exterior, ya sea por convección, radiación o evaporación. Si aumenta la temperatura interna, porque no se llega a compensar la agresión térmica, se puede producir una pérdida de atención, de la capacidad de respuesta, deshidratación o un golpe de calor, entre otros efectos.

Si un ambiente de trabajo puede originar inseguridad, incomodidad o estrés térmico, hay que tener en cuenta que una ventilación eficaz y bien *dimensionada ofrece una solución a las situaciones donde se requiere controlar la temperatura, los olores, la humedad u otros parámetros ambientales.

Sin embargo, hace falta que el sistema de ventilación no exponga los trabajadores en corrientes de aire de manera continua o frecuente, la velocidad del cual no puede superar los 0,25 m/s en ambientes calurosos, los 0,5 m/s para trabajos sedentarios en ambientes calurosos, ni los 0,75 m/s para trabajos no sedentarios en ambientes calurosos.

Si la ventilación sola no es suficiente para asegurar unas temperaturas entre los márgenes indicados en el apartado anterior, se tiene que plantear la *instal•*lació de un sistema de aire acondicionado o refrigerado. Hace falta un buen proyecto del sistema para asegurar las cantidades adecuadas y correctamente distribuidas de aire exterior. Este proyecto tiene que prever el espacio total que se tiene que condicionar, el número de personas, las máquinas y los elementos auxiliares, como también la distribución en planta y la compartimentación del espacio. Se tiene que revisar el proyecto en caso de remodelaciones del local de trabajo o cambios de personal, para comprobar la validez del caudal de aire.

Si el equipo de aire acondicionado no es un equipo compacto conectado directamente a la red eléctrica, puede disponer de los elementos siguientes:

El condensador, donde se refrigera el fluido por aire o agua, y se sitúa al exterior del local.
El evaporador, que absorbe el calor del aire del local, y se sitúa en el interior del local.
El compresor del fluido refrigerante, que lo hace circular por las cañerías de conexión del equipo.
Los conductos de aire: distribuyen el aire tratado por el local.
Filtros: eliminan el polvo del aire, impurezas, etc.
Ventiladores: impulsan el aire por las conducciones.
Termostato: regula la temperatura del local, puesto que para el equipo si la temperatura baja por debajo de la deseada.
El mantenimiento del sistema de aire acondicionado tiene que incluir la limpieza de todo el circuito y el cambio periódico de los elementos *filtrants. El deterioro de la calidad del aire interior puede ser una de las causas principales del síndrome del edificio enfermo.

Hay que comprobar periódicamente que los *difusors estén abiertos y entregas de obstáculos, para asegurar una mezcla de aire correcta en todas las zonas de trabajo.

Para evitar molestias causadas por las corrientes de aire, los puestos de trabajo no tienen que estar situados cerca de los *difusors. Además, la velocidad de las corrientes de aire acondicionado no puede superar los 0,25 m/s en trabajos sedentarios, ni los 0,35 m/s en otros casos.

Puntos clave

La electricidad y el gas son fuentes de energía habituales en los puestos de trabajo, por lo cual hay que tener cura tanto del mantenimiento de las instalaciones como de su uso correcto.
Hace falta que los lugar de trabajos dispongan de agua potable en *quatitat suficiente y fácilmente accesible. 
Para la mejora de las condiciones de trabajo, se instalan sistemas de calefacción o de ventilación, los cuales se someterán a las correspondientes revisiones periódicas, a los efectos de los suyo funcionamiento óptimo.

Publicado por: rosmery1